Para tener una buena salud visual y garantizar que la vista nos dure muchos años, es recomendable seguir los siguientes pasos:
- Realizar una correcta higiene diaria de los párpados.
- Utilizar con frecuencia lágrimas artificiales preferiblemente sin conservantes y sin fosfatos.
- Seguir una alimentación variada y saludable que incluya omega-3 y omega-6.
El beta-caroteno se convierte a nivel intestinal en vitamina A, esencial para el bienestar de la piel y de los ojos. Es una vitamina sensible al calor; por tanto, para prevenir su degradación sería adecuado comer alimentos que la contienen evitando cocerlos.
Una carencia de vitamina A puede generar molestias como un crecimiento óseo anómalo, sequedad ocular localizada en la córnea y en la conjuntiva, y problemas de reproducción.
Por el contrario, tomar durante largos periodos dosis excesivas de vitamina A determina la aparición de manifestaciones tóxicas en adultos (anorexia, descamación cutánea, dolores óseos y articulares) que vuelven a aparecer al poco tiempo de interrumpir la toma.
El efecto principal de la combinación luteína/zeaxantina es la reducción del 10% del riesgo de degeneración macular seca.
Considerando las evidencias globales, la combinación luteína/zeaxantina ha mostrado propiedades antioxidantes y la capacidad de hacer de filtro para la luz ultravioleta y la luz azul, que son las más dañinas a nivel de la retina.
Las sardinas, algas, salmón y atún son pescados ricos en omega-3, mientras que el aceite de sésamo, onagra, borraja y aguacates son ricos en omega-6.
El resveratrol tiene una acción antioxidante superior a la de otros antioxidantes conocidos como la vitamina C y la vitamina E.
A nivel ocular, diversos estudios demuestran que el resveratrol protege la retina con su acción antioxidante y evita la formación de los neovasos típicos de la forma húmeda de la DMAE: por ello se incluye en algunos complementos alimenticios para el bienestar ocular.