Los signos y síntomas de la sequedad son fáciles de reconocer, ya que suelen presentar las siguientes características:
En algunos casos, los síntomas empeoran a lo largo del día y se intensifican con el uso de dispositivos electrónicos o con la exposición a factores ambientales adversos. Por lo general, el peor momento suele ser a media tarde o por la noche; en otros casos los síntomas de la sequedad ocular pueden ser también muy intensos por la mañana.
Esto puede traducirse en el día a día en molestias o incluso ardor al utilizar lentes de contacto o al maquillarse, conducir, leer, ver la televisión, trabajar con pantallas, etc.
Por último, pueden producirse daños en la superficie ocular, en especial en la córnea, desde abrasiones leves hasta complicaciones como úlceras. Además, una superficie ocular mal protegida y más sensible puede infectarse más fácilmente.