En caso de conjuntivitis vírica, los ojos están rojos e hinchados y los párpados pueden o no estar pegajosos por la mañana cuando te despiertas.
Hay muchos virus que causan la conjuntivitis viral. Algunas personas pueden presentar síntomas de un resfriado durante el mismo período.
La conjuntivitis viral es altamente contagiosa durante el período de incubación (unos días antes de que comiencen los síntomas) y durante dos semanas después.
Entre los síntomas de la conjuntivitis vírica se encuentran el lagrimeo constante, secreción acuosa o mucopurolenta, hinchazón, fotofobia y fiebre, faringitis o cualquier otro tipo de malestar.
El tratamiento de la conjuntivitis viral combina medidas higiénicas, como el lavado sistemático de las manos y la correcta higiene de párpados, y evitar el contacto de las manos con los ojos. Es útil lavar los ojos con soluciones de lavado (con toallitas o colocando compresas frías sobre los párpados) o con solución salina varias veces al día, retirando las secreciones en los párpados y pestañas.
Se recomienda utilizar preferiblemente lágrimas artificiales sin conservantes ni fosfatos si se siente sequedad ocular. En otros casos, el médico puede recetar medicamentos antiinflamatorios.