Autodiagnóstico
Es fundamental tener la posibilidad de un autodiagnóstico rápido sobre la posible presencia de la Degeneración Macular Asociada a la Edad DMAE.
Los primeros síntomas de la enfermedad en fase declarada son la presencia de un escotoma (zona o punto de no visión) o distorsión de la visión.
Al producirse el escotoma, este puede provocar una reducción de la visión o ceguera completa.
Para casos de DMAE exudativa o húmeda, el tratamiento suele consistir en inyecciones intravítreas de fármacos que evitan el crecimiento excesivo de vasos sanguíneos, o corticoides. Este tratamiento lo administra el oftalmólogo en quirófano. Para la DMAE seca actualmente no existe tratamiento efectivo.
En los dos tipos de DMAE, se ha visto un efecto beneficioso el uso de complementos alimenticios con vitaminas y antioxidantes que ayuden a proteger la retina.
En una persona con degeneración macular seca puede bastar una revisión anual, mientras que en una persona con degeneración macular húmeda las revisiones deberán ser menos espaciadas, pudiendo ser incluso mensuales. Sin embargo, no existe una programación predeterminada para las revisiones: es el oftalmólogo quien, tras un examen adecuado, establecerá cuándo hacerlas.
Sobre algunos factores de riesgo es posible intervenir: por ejemplo, llevar un estilo de vida saludable; bajar de peso si se tiene sobrepeso, mantener una buena salud cardiovascular, realizar ejercicio físico moderado, no fumar ni exponerse en exceso a la luz solar, protegiéndose con gafas de sol con filtro solar.
Es también recomendable seguir una alimentación saludable y equilibrada, destinada a asimilar determinadas sustancias que garanticen un efecto beneficioso en el organismo en general y, más específicamente, que tiendan a prevenir o a ralentizar la degeneración macular asociada a la edad (DMAE).
Por otro lado encontramos los carbohidratos, que se deben consumir preferiblemente en su forma integrales. La regla de los 3/3 para los hidratos de carbono de combustión lenta:
- 1/3 de legumbres: garbanzos, habas, lentejas o alubias (2 veces por semana).
- 1/3 de cereales integrales.
- 1/3 de patatas, pan o pasta (2 veces por semana).
- La dieta ideal debería estar basada en vegetales, acompañados de alguna porción proteica todos los días.
- Consuma preferiblemente pescado y disminuya el consumo de carne, prefiriendo las carnes blancas.
- Reduzca el consumo de carnes rojas a no más de 3 veces al mes.
- Pollo y conejo son menos grasos que las carnes rojas y se pueden consumir 3-4 veces por semana.
- Recuerde que las legumbres aportan también proteínas vegetales.
Omega-3 | |
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Productos | mg/100 g |
Aceite de nueces | 12 |
Aceite de colza | 8 |
Aceite de germen de trigo, aceite de soja | 6-7 |
Aceite de pescado | 1-1,5 |
Margarina o maíz | 0,5-1 |
Luteína | |
---|---|
Productos | mg/100 g |
Col rizada | 39,5 |
Espinacas | 12 |
Brócoli | 2,4 |
Calabacines | 2,1 |
Maíz | 1,8 |
Guisantes | 1,3 |
Luteína | |
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Productos | mg/100 g |
Col rizada | 39,5 |
Espinacas | 12 |
Brócoli | 2,4 |
Calabacines | 2,1 |
Maíz | 1,8 |
Guisantes | 1,3 |